Arenas Marín, Emeterio

Ley de. Responsabilidades Políticas, Muerto/a

Nombre: Emeterio
Apellidos: Arenas Marín

Nacido y/o domiciliado en Purroy (Zaragoza)
Fallecido en Sabiñan (Zaragoza) 18 de septiembre de 1936

Biografía:

un grupo de falangistas acompañados de unos números de la Guardia Civil se presentaron en Purroy, dando órdenes al alguacil para que fuese a casa de Emeterio Arenas Marín, Daniel Langa Cabello, Santiago Garza Cabello, Antonio Ibáñez Garza y Francisco Gutiérrez Garza para comunicarles que tenían que presentarse en la casa Villa. Una vez se presentaron todos allí, al cabo del rato se los llevaron a Sabiñán y en el paraje denominado "San Vicente", cerca del portijuelo, los fusilaron.
Por el pueblo de Sabiñán corrió el rumor de que acababan de fusilar a cinco personas de Purroy, a lo que en cuanto se enteró su Alcalde Iñigo Gracián se personó en el lugar de los hechos y comprobando que uno de ellos, Daniel Langa Cabello estaba moribundo, pidió a los que los habían fusilado que "por favor terminen de matarlo para que no sufra mas", y al instante lo remataron de otro tiro.
Seguidamente se entabló una conversación entre los números de la Guardia Civil que allí había y el Alcalde de Sabiñán, los unos eran contrarios a darles sepultura en el cementerio de Sabiñán y el Alcalde dijo que se les enterraba en tierra sagrada porque sabía que esas cinco personas de Purroy eran muy buenas personas. Al final se hizo caso a la voluntad del Alcalde.
Al lugar del suceso se fueron acercando varios vecinos de Sabiñán, entre los que se encontraban Félix Villalba Saló, Angel Lafuente Joven y Antonio Gumiel Sisamón que se encargaron de cargar a los cadáveres en un carro y seguidamente acercarlos al cementerio municipal, donde provistos de picos y palas cavaron una fosa, dentro del cementerio, depositando en ella sus cuerpos sin vida.
El 14 de Diciembre de 1936 al Ayuntamiento de Sabiñán llegó una carta remitida por unos vecinos de Purroy en la que se solicitaba permiso para colocar una capa de cemento al lado de la sepultura que albergaba los cuerpos de los cinco vecinos que habían sido enterrados en el cementerio, para evitar la entrada de agua a la misma, el Ayuntamiento accedió a la petición.
Transcurridos cinco años, sobre el año 1941, desenterraron los restos de los cinco vecinos de Purroy y los enterraron en un nicho en el mismo cementerio.
Asesinado a los 61 años de edad, en esos momentos estaba viudo y vivía en el domicilio familiar de su hija Paca. Los inmuebles que poseía estaban valorados en 6.550 pesetas y a le fue impuesta una multa de 2.000 pesetas, en el año 1941.

Expedientes:

Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Zaragoza Multa 500 ptas. Inhabilitación absoluta
1941 - 1942 Indultados

Ver Documento

Fuente: Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, Centro Documental de la Memoria Histórica, Testimonio Santiago Gimeno Val